Cuando yo trabajaba en la escuela como maestro siempre tuve la sensación de que los ojos inocentes de aquellos niños que me miraban tenían tras de sí no sólo el candor propio de su edad sino la esperanza aferrada a sus vidas y mi ejemplo. Entonces pensaba que no podía defraudarlos. Y ese empeño guió todos los años en que ejercí la docencia.
El día 9 de febrero presentamos La educación que pudo ser. Reflexiones desde el pupitre (Editorial Zumaya, 2010) en la Fundación Euroárabe (Granada).
En la presentación contamos con la presencia de Carmen Maestro (presidenta del Consejo Escolar del Estado), Mariluz Escribano (responsable de Editorial Zumaya) y el profesor Diego Sevilla, quien moderó el acto.
La educación fue la protagonista del acto. La educación como anhelo y necesidad, la educación como instrumento para una sociedad mejor… esa educación que es protagonista cada día en la escuela.
Decimos en la introducción del libro: “Quisiéramos que esto de la educación funcionara como un reloj, pero la vida es compleja, los seres humanos somos complejos y nunca el mundo es tan redondo como el planeta que lo alberga. A lo mejor es que no sabemos interpretar la naturaleza de las cosas, y menos la del hombre. A pesar de ello, siempre hemos de dar un paso hacia el futuro, aunque el camino esté plagado de obstáculos y los hombres nos empeñemos en hacerlo tortuoso”.
Todos los presentes en el acto de presentación manifestamos la importancia de la educación en la sociedad, todos nos mostramos preocupados por ella, y todos convenimos en que su potencial quizá no está totalmente utilizado. Y también todos estábamos convencidos de que todavía cabe la posibilidad de alcanzar la senda que nos impulse en una educación mejor. Habrá que hilar fino.
La intervención de Carmen Maestro estuvo plagada de sabiduría y de ese profundo conocimiento de la educación española que atesora. No en vano ha tenido un relevante protagonismo en el desarrollo educativo en estas ya crecidas tres décadas de democracia en España. Carmen es siempre una persona crítica y reflexiva. Expresó con firme convicción que si pretendemos mejorar tenemos que hacerlo a través del esfuerzo y el compromiso de todos.
Todos nos sentimos muy bien arropados por el numeroso público asistente, en su mayoría personas muy relacionadas con el mundo de la educación. En sus ojos también alcancé a descubrir la esperanza en una educación mejor y la reflexión que intuían en mi libro. Pensé que a buen seguro lo contenido en sus páginas no les defraudaría.
El día 9 de febrero presentamos La educación que pudo ser. Reflexiones desde el pupitre (Editorial Zumaya, 2010) en la Fundación Euroárabe (Granada).
En la presentación contamos con la presencia de Carmen Maestro (presidenta del Consejo Escolar del Estado), Mariluz Escribano (responsable de Editorial Zumaya) y el profesor Diego Sevilla, quien moderó el acto.
La educación fue la protagonista del acto. La educación como anhelo y necesidad, la educación como instrumento para una sociedad mejor… esa educación que es protagonista cada día en la escuela.
Decimos en la introducción del libro: “Quisiéramos que esto de la educación funcionara como un reloj, pero la vida es compleja, los seres humanos somos complejos y nunca el mundo es tan redondo como el planeta que lo alberga. A lo mejor es que no sabemos interpretar la naturaleza de las cosas, y menos la del hombre. A pesar de ello, siempre hemos de dar un paso hacia el futuro, aunque el camino esté plagado de obstáculos y los hombres nos empeñemos en hacerlo tortuoso”.
Todos los presentes en el acto de presentación manifestamos la importancia de la educación en la sociedad, todos nos mostramos preocupados por ella, y todos convenimos en que su potencial quizá no está totalmente utilizado. Y también todos estábamos convencidos de que todavía cabe la posibilidad de alcanzar la senda que nos impulse en una educación mejor. Habrá que hilar fino.
La intervención de Carmen Maestro estuvo plagada de sabiduría y de ese profundo conocimiento de la educación española que atesora. No en vano ha tenido un relevante protagonismo en el desarrollo educativo en estas ya crecidas tres décadas de democracia en España. Carmen es siempre una persona crítica y reflexiva. Expresó con firme convicción que si pretendemos mejorar tenemos que hacerlo a través del esfuerzo y el compromiso de todos.
Todos nos sentimos muy bien arropados por el numeroso público asistente, en su mayoría personas muy relacionadas con el mundo de la educación. En sus ojos también alcancé a descubrir la esperanza en una educación mejor y la reflexión que intuían en mi libro. Pensé que a buen seguro lo contenido en sus páginas no les defraudaría.
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