martes, 7 de marzo de 2017

PATRIAS Y VASCOS

En nuestro país todos tenemos prejuicios sobre los demás. Los catalanes son.., los gallegos son…, los vascos son…, los andaluces son... Hay miles de chistes que circulan por las redes sociales o se cuentan en radio y televisión. Cada vez menos, es cierto. Recuerdo declaraciones de políticos (Durán i Lleida, Ana Mato o Albert Rivera) que hablaron alguna vez, para defender sus argumentos, denigrando a los adultos andaluces o a los niños andaluces. Lo mismo que en algún momento se ha hecho con gallegos, catalanes o extremeños. Hubo un tiempo en que se proclamaba gratuitamente que todos los vascos eran terroristas. A los equipos vascos de fútbol (sobre todo la Real Sociedad), cuando jugaban en campos fuera del País Vasco, se les gritaba eso de terroristas o etarras.
En los años del terrorismo no solo se asesinó y se destruyeron vidas y familias, también se moldearon mentalidades y se activaron prejuicios, pensamientos negativos y hasta xenófobos, en este caso, hacia lo español. No eran negros, musulmanes o judíos a los que se echaba la culpa, era a España y a los españoles, represores de su pueblo, a los que se odiaba e imputaba la culpa de todos sus males. Esa realidad se vive todavía enquistada en un sector amplio de la sociedad vasca. Las opiniones están condicionadas, y el subconsciente traiciona con relativa frecuencia cuando se quiere decir algo de España o de los españoles. El argumentario de ETA y de un gran sector de la izquierda abertzale marco durante tanto tiempo tendencia y opinión.
La torpeza de una televisión pública vasca, ETB, emitiendo el programa Euskalduna naiz, eta zu (Soy vasco, y tú…), donde se insultaba a los españoles, llamándolos catetos, atrasados, fachas o chonis, no ha sido el mejor ejemplo ni lo más acertado. Lo que se ha emitido en esta televisión no es un pasatiempo, tampoco un programa de humor (aunque se disfrace de ello), es algo más profundo, desafortunadamente, sustanciado en las mentes de decenas de miles de vascos, adultos y niños, que desprecian a los que son de fuera de sus fronteras.
En Andalucía, en Madrid o en Cataluña viven miles de vascos. Aquí en Granada los conocemos, algunos son docentes, otros empresarios, otros médicos o enfermeros. Trabajan cerca de nosotros, nos respetamos y nos queremos. ¿Por qué no puede ser que eso mismo ocurra entre los habitantes de Euskadi y los miles de españoles que residen en el País Vasco? Respeto mutuo es lo que necesitamos. Desde la política probablemente es desde donde se haya hecho más daño al respeto entre los pueblos de España. Su cuota de responsabilidad tiene.
Si hay sectores de la sociedad española y vasca que están trabajando en pro de la convivencia entre los pueblos, si hay valiosas voluntades para que el respeto siempre impere, tras las décadas negras del terrorismo, la emisión de este programa ha venido a poner muchos palos en las ruedas.
Contra tantos prejuicios, etiquetas y odios es contra lo que tenemos que combatir, pero no respondiendo igual, con la descalificación y el insulto, sino con la razón y el respeto. Es lo que nos toca hacer, a los que se nos llama españoles catetos y atrasados. Acabemos con esas patrias, vasca o española, que terminan excluyendo.
Hoy, 7 de marzo, se cumple el noveno aniversario del asesinato de Isaías Carrasco a manos de ETA en la localidad de Mondragón/Arrasate, sirva este artículo como recuerdo y homenaje a su figura.