ANTONIO LARA RAMOS
Es el único de los poderes del Estado que los ciudadanos de una democracia no podemos elegir. No podemos ejercer ese derecho fundamental y básico de cualquier democracia que es el derecho a voto. Y, sin embargo, en el ejercicio de sus funciones cuanto influyen en nuestras vidas.
No sé si la sanción al juez Tirado es justa o no, pero lo que no me cabe duda es que no ha hecho justicia al tremendo dolor que se ha derivado del no cumplimento de una sentencia.
Un maestro se ocupa de todos sus alumnos, no cabe duda, pero si hay alguno que necesita una atención especial debe brindársela, porque si no lo hiciera es posible que se deriven consecuencias negativas para su futuro escolar. Es cuestión de profesionalidad no de tener más o menos medios y recursos.
Escuché una vez decir a un juez que él sí tenía realmente poder, no nosotros los inspectores de educación. Si un niño no va a la escuela porque el padre no lo manda, a pesar de nuestros desvelos no pasará nada, pero que si lo hacía él ─el todopoderoso juez─ entonces nadie le rechistaría.
En la Justicia deberían estar los ‘hombres buenos’ de nuestra sociedad, no los que aspiran a ocupar una plaza de funcionario. Es lo menos que podemos pedirle a los jueces: que actúen como ‘hombres buenos’ para bien de la sociedad. Que las arbitrariedades, las negligencias, las interpretaciones del Derecho... no vayan en contra de la gente, de esa legión de ciudadanos que aún creen en la Justicia.
Por favor, no malgasten el patrimonio que supone la Justicia para una sociedad. Su poder es su responsabilidad y tienen que ejercerla. Y si no, habría que plantearse la elección de quien luego va a impartir Justicia. Pues esto último es algo muy serio.
2 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo con este comentario, los jueces deben de usar más el sentido común y dedicarse a cumplir las leyes, que para eso son los que las imparten, y no cubrirse entre ellos.
Me parece una opinión muy sensata.
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