domingo, 8 de marzo de 2009

8 DE MARZO, DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRAJADADORA


ANTONIO LARA RAMOS

Vaya por delante que no me gusta eso de los ‘días mundiales’. Pienso que todos los días es tiempo para la justicia, para la igualdad, para la solidaridad, para el amor, para los derechos humanos…
Pero entiendo que en nuestro mundo los cambios necesarios, encaminados hacia una sociedad más justa y democrática, necesitan momentos en los que se preste una atención especial a las situaciones de injusticia que existen.
Hoy, 8 de marzo, celebramos el Día Mundial de la Mujer y estoy convencido que en este campo nos queda mucho camino por andar.
Sin embargo, me llama poderosamente la atención que en este Día sean los hombres, políticos en su mayoría, los que protagonicen los actos públicos. Y que en algún caso incluso se atrevan a decir lo que las mujeres necesitan y lo que les preocupa (eso es lo que he escuchado en palabras de Javier Arenas).
¿No deberían ser ellas las que digan lo que necesitan y lo que les preocupa? Me parece un atrevimiento que las mujeres no deberían consentir.
No cabe duda que en estas intervenciones existe un tono paternalista hacia la mujer. Ellas son las que tienen que hablar y decir cuáles son sus necesidades y a lo que aspiran. Afortunadamente, lo pueden decir aquí, en muchos países del mundo ni se atreven. No lo olvidemos.
Felicidades a todas las mujeres, a las del mal llamado Primer Mundo y a las que por su maltrecha vida, o su situación de sometimiento, no les queda siquiera tiempo para pesar que hoy es 8 de marzo, Día de la Mujer.

sábado, 7 de marzo de 2009

COLONIALISMO DEL SIGLO XXI


¿Acaso el sentido de la territorialidad es inherente a la condición humana como lo es para el resto de los seres vivos?
La princesa Ana de Inglaterra, con ese aspecto despistado de los Windsor, ha estado en Gibraltar.
Estos ingleses siempre con ese espíritu de ‘recogimiento’ que les ha caracterizado desde los mejores tiempos de la piratería americana, pasando después por la época dorada del colonialismo y del posterior imperialismo.
José María Aznar quiso rescatar Gibraltar para España y restañar la herida abierta en el orgullo patrio desde hace casi tres siglos. A buen seguro se lo diría a su amigo Tony Blair: “Hombre, déjame que pase a la Historia como el héroe que recobró Gibraltar para España”. Pero, queridos amigos, se le cruzó por delante una pieza más suculenta: Iraq. La Historia le aguardaba, aquello sí iba a lo grande. Y si no, miren las hemerotecas. Entonces se esfumó el sueño de reconquistar un simple peñoncito. ¡Total, ya habíamos cumplido con nuestra batallita colonial en otros peñascos, los de la isla de Perejil!
La princesa Ana ha llegado, ha inaugurado un centro médico militar con su nombre y se ha marchado.
¿Prepotencia, descaro o falta de respeto? ¿O, quizás, las tres cosas al mismo tiempo?
See you again.