jueves, 26 de noviembre de 2009

DOS POETAS, DOS LIBROS: LA SED ADIESTRADA, ELIGE TU ÚLTIMO ANIVERSARIO

La noche del miércoles, veinticinco de noviembre, tuvimos ocasión de disfrutar en Granada con la poesía de Julio César Jiménez y Raúl Díaz Rosales.
La sed adiestrada (Las Palmas de Gran Canaria, 2009) y Elige tu último aniversario (Monosabio, 2008) son dos libros de poesía tocados por la fuerza y la calidad literaria de sus dos autores.
La presentación corrió al alimón entre los poetas Miguel Ángel Contreras y Juan Carlos Abril.
Pero vayamos por partes.

La sed adiestrada de Julio César Jiménez es un poemario de gran profundidad filosófica y un registro personal muy sólido. Y ello gracias a una voz lírica muy consolidada y a la eficacia conceptual que el poeta imprime a sus versos. La sed adiestrada es una obra que está dotada de una gran coherencia entre imaginario poético, estructura y lenguaje, ya que en ella todo fluye en los distintos tiempos del poemario.
Dice Raúl Díaz Rosales, en el prólogo de la obra de Julio César que “no es gratuita la presencia mayoritaria de pensadores (Schopenhauer, Goethe, John Stuart Mill…) como alter-egos en los que Julio César Jiménez va, paulatinamente construyéndose. Poemas densos, complejos, que no acepta más concesiones que a la profundidad de la disección humana, no podían ser otros los que prestaran argumentos para la reflexión en un extenso monólogo vital , de personajes históricos que prestan sus coordenadas al poeta”.
Julio César terminó sus lecturas, a petición de Miguel Ángel Contreras, leyendo el poema “José Luis Jiménez, a sus cincuenta y dos años, se sienta junto a su padre muerto”. El poeta evocó recuerdos de la muerte de un ser querido y yo sentí el escalofrío de una ausencia que alcanza ya un año.

Elige tu último aniversario de Raúl Díaz Rosales juega a deconstruir el lenguaje y la estructura poética. Las fechas marcan recuerdos y los recuerdos le retrotraen a la infancia. Vivencias de una memoria erosionada que se convierten en grietas que marcan la deconstrucción de la vida, del tiempo vivido, de la muerte… que concluye apoderándose de cada pálpito del poeta. Pero ahí están los veranos para redimir los recuerdos y alcanzar el sentimiento placebo que un tiempo donde “todo es fábula/ del tiempo en que pudimos ser felices,/ que un día podré escribir en un poema.”
La propuesta literaria de estos dos poetas ya ha tenido el reconocimiento de la crítica y de los lectores. Y La sed adiestrada, incluso, receptora del XVI Premio Internacional de Poesía Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, 2008.
Ahora tenemos la oportunidad de aproximarnos con ambos poemarios al universo literario que cada uno de los poetas nos proponen.
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martes, 24 de noviembre de 2009

JAVIER EGEA: DÉCIMO ANIVERSARIO DE SU MUERTE

Ni siquiera la muerte ni tus ojos.
Ni siquiera el amor.
No podemos saldar en un instante
la renta del dolor.


Hace poco más de un año le pedí prestado a Javier Egea este último verso de un poema contenido en Paseo de los Tristes, cuando buscaba título para mi novela La renta del dolor (RD Editores). Estoy convencido de que si hubiera estado entre nosotros me lo habría ofrecido con la generosidad que siempre le caracterizaba.
De Javier Egea, Quisquete como lo conocíamos, quedan en mi memoria algunos recuerdos entrañables. Personaje de becqueriana perilla con aire despistado y volátil, en una ocasión estuvo entre los invitados de un recital poético en el instituto del que yo, por aquel entonces, era profesor. Su intervención, en un salón de actos repleto de alumnos de Secundaria, fue fascinante. Desparpajo para comunicar con el auditorio no le faltó, gracejo para atraer a semejante público tampoco. La fuerza de sus poemas, propalados con una voz firme y segura –quién lo diría–, cautivó la atención de la mayoría de aquellos jóvenes. Se metió en el bolsillo con extrema facilidad a la inquieta concurrencia y los aplausos jalonaron las intervenciones del poeta, de estilizada figura negra. Al finalizar el acto, una gran ovación tronó con fruición en la caja de resonancia de aquel gran habitáculo de escasas condiciones acústicas.
Javier Egea triunfó ante una caterva de adolescentes gracias a sus versos y a su gran habilidad para comunicar. ¡Lástima que estuviera predispuesto más para los demás que para sí mismo!
La semana pasada se celebró en Granada el homenaje ‘Soledades eternas’ en recuerdo del poeta, organizado por el Ateneo de la ciudad, con motivo del décimo aniversario de su muerte. Lecturas poéticas, exposiciones, mesas redondas y el documental de Juan Vida han regado unos días de nostalgia.
Durante una semana, Javier Egea ha centrado la atención de todos nosotros. Pero lo que deseamos es que siga paseando por los Tristes aunque sea en una noche canalla y aunque no responda de él.
No sabemos si lo mató el capitalismo o simplemente los tiempos que corren, pero lo cierto es que se encontraba abrumadoramente incómodo en el mundo que lo rodeaba. Tal vez, Egea no estuvo dispuesto a claudicar ante un mundo que engulle y adormece voluntades e ideas no sólo de jóvenes o gente de la calle sino también de poetas, pensadores e intelectuales.
Al fin y al cabo, muchas cosas nos disgustan de estos tiempos tan injustos, mas pensamos que los combatiremos mejor vivos que muertos. ¿O es que quizá somos tan cobardes que no queremos desprendernos de nuestras comodidades cotidianas? ¿Es el suicidio de cobardes o de valientes?
En su recuerdo se han sucedido actos y palabras. No quisiéramos que nadie se apropiara de la memoria de Javier Egea, en una muestra espuria que desvela vanidad y debilidad humana. Javier Egea ya es patrimonio de Granada.
Un ruego si me lo permiten: saquemos al poeta de las guerras fratricidas que tan aficionadas son las capillas literarias de cualquier ciudad o país y pongamos su figura en valor a través de la difusión de su palabra.
* Retrato de Juan Vida.

sábado, 21 de noviembre de 2009

EL POLIZÓN DESNUDO

El polizón desnudo (El Gaviero Ediciones, 2009) es una obra miscelánea donde se mezcla el verso con la prosa, la poesía con el relato, en una indagación sobre la materia humana donde las preguntas son en sí la prueba de cómo la voz del poeta denuncia todo lo que huele a falsedad.
Anoche tuve ocasión de asistir a la presentación de este bello libro de la mano del poeta Miguel Ángel Contreras y de su autora, la poetisa almeriense Ana Tapia. Los miles de libros que poblaban las estanterías de la librería Picasso fueron testigos de la fuerza expresiva que encierra El polizón desnudo.
Esta especie de cuaderno de bitácora es una exploración antropológica de lo que es y representa el ser humano y los lugares que habita. Ana Tapia indaga, como intrépida antropóloga que es, a veces en tono de denuncia y otras sorprendida, por realidades distintas contenidas en la geografía humana cercana y remota, y en las ciudades que la rodean.
En esta exploración de antropóloga, la autora no sólo mira con visión crítica hacia lo más cercano sino también a lugares recónditos. A cualquier lugar que sea capaz de atrapar su sensibilidad y compromiso, sin que ello le impida volver la mirada a lo que está próximo.
Con esta obra, Ana viaja como polizón en las bodegas de la curiosidad por la historia y las realidades antropológicas del ser humano. Un recorrido que discurre entre los recuerdos de su niñez y las sensaciones que le provoca el mundo más cercano.
La lectura de poemas por parte de la autora, como ‘Crónica del desquite’ o ‘Apuntes sobre el corazón de Margaret Mead’, difundidos por los estantes de la librería estuvo acompasada por las interpretaciones musicales del grupo Morgana. Un excelente complemento a la brillantez del acto.
Seguramente muchos de nosotros nos sentiremos también como polizones en los múltiples viajes por la imaginación que su autora, en las páginas de este libro, nos propone.

martes, 17 de noviembre de 2009

NO TODO VALE

No es santo de mi devoción. Pero hay actitudes y conductas que me parecen intolerables.
Nuestro estatus de ciudadano no nos da derecho a increpar impunemente a un personaje político por muy desdeñable que nos parezca.
No comulgo ni ideológica ni personalmente con Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana, pero las ofensas lanzadas por un joven hacia su persona en plena calle me parecen un ataque fuera de lugar e injustificado.
Lanzar una sarta de improperios y descalificaciones a una persona que sabemos por su imagen pública no nos va a responder es una cobardía. Actitud que se acrecienta cuando el propio presidente al requerirle una explicación por tales ofensas ve huir al individuo, eludiendo dar la cara.
Hace unos días el señor Camps tampoco estuvo muy acertado en el uso de la palabra en las Cortes autonómicas. Profirió una desafortunada frase dirigida al portavoz del PSPV, Ángel Luna: «A usted le encantaría coger una furgoneta, venirse de madrugada a mi casa y por la mañana aparecer yo boca abajo en una cuneta».
Estas palabras dichas en sede parlamentaria quizás tengan, si cabe, mayor gravedad, precisamente por el lugar donde fueron proferidas. Aunque estamos acostumbrados a escuchar las peores acusaciones, descalificaciones e improperios en sede parlamentaria (nacional o autonómica), no dudo que ese lugar, donde reside la soberanía popular, debería ser ejemplo de convivencia y respeto para los ciudadanos.
Quizás la clase política se esté extralimitando en sus declaraciones y sirva de nefasto ejemplo a la ciudadanía. Y acaso por ello, algún ciudadano por mimetismo sea capaz de lanzarse con la misma impunidad que advierte en los parlamentarios a decir ‘ladrón’, ‘desgraciado’ y ‘corrupto’ al mismísimo presidente de la Comunidad Valenciana.
En absoluto justifico tales palabras, pero mejor haría la clase política muchas veces en reparar en las que ella misma pronuncia. Y digo más: debería saber que a través de sus actitudes, conductas y declaraciones sirve de ejemplo a los ciudadanos.Y en semejantes circunstancias, el señor Camps ciertamente no es el mejor ejemplo.
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Enlace para ver el video:

miércoles, 4 de noviembre de 2009

CENTENARIOS: AYALA Y LÉVI-STRAUSS

“Hoy me voy a morir”, cuentan que dijo Francisco Ayala, a poco de lavantarse, el día de su muerte.
A mediodía del día 3 de noviembre nos llegaba la noticia de la muerte de Francisco Ayala. Por la tarde conocíamos que Claude Lévi-Strauss había muerto también, dos días antes. A ambos les une una muerte centenaria: Ayala con 103 años, Lévi-Strauss con 100. Pero a los dos les une también haber sido testigos del siglo XX y observado la realidad con ojos escudriñadores y mirada sagaz y reflexiva.
Con Ayala recapacitamos los hechos del siglo XX. Con Lévi-Strauss descubrimos nuestros comportamientos y los secretos de nuestra conducta social.
El escritor granadino, asido a una ‘cabeza de cordero’, nos desveló secretos de una guerra fratricida. Con el antropólogo y etnólogo francés las tribus olvidadas por la ‘civilización’ –los bororo, los nambikwara y los tupi-kawahib– nos enseñaron quiénes somos realmente.
Con Ayala amamos la literatura, el pensamiento y la creación literaria, trasladándonos hasta ese ‘jardín de las delicias’ que todos llevamos en nuestros adentros.
Con Lévi-Strauss se me agolpan los recuerdos de estudiante perdido en textos indescifrables que me abrían los ojos a una realidad ocultada por los convencionalismos. A los que nuestra formación se ha gestado en el ámbito de las ciencias sociales el enfoque estructuralista nos descubrió formas de analizar e interpretar la realidad remota y actual.
De los dos nos quedará su obra, y con ella sentiremos que estarán muy cerca.
El siglo XX tuvo el honor de tenerlos, el siglo XXI los echará de menos.

lunes, 2 de noviembre de 2009

LA BARBARIE QUE NO CESA

Hace unos días un periódico, para referirse a la muerte por inanición de un caballo, titulaba la noticia así: ‘La crisis mata de hambre’. ¡Cómo va a matar la crisis!
Cualquier eufemismo es bueno para ocultar la crueldad del ser humano.
El caballo que debería pesar unos 600 kilos, pesaba 150 cuando fue rescatado. Esta noticia no es más que el botón de muestra de los miles de animales que se abandonan en España. Algunos muestran la crueldad con que han sido tratados: equinos con la cabeza cortada para sacarles el chip o abandonados en cuadras aisladas sin que nadie los pueda atender.
¿Y qué me decís de los galgos que son ahorcados cuando los años merman su olfato cazador, sin que ni siquiera su verdugo sea capaz de gastar una bala para acortar su agonía como gesto de agradecimiento por los servicios prestados?
Ahora me sorprende otra noticia del estilo: “una docena de jóvenes de Torreorgaz (Cáceres) han matado a una burra torturándola, insertándole un palo en el recto hasta reventarla… La burra se encontraba atada a una soga en la estación de autobús de la localidad, situada justo a la entrada del municipio. Ha muerto a los pocos minutos de ser localizada”.
Hace unos meses tuve la oportunidad de visitar la provincia de Cáceres (mayo, 2009), me llevó hasta allí un tema de educación: ‘La educación a lo largo de la vida’. Me fascinó la belleza serena de aquellas tierras, la perfecta simbiosis que se ha alcanzado entre historia y modernidad en estas tierras. Y los esfuerzos de sus gentes porque se proyecte como tierra de profundas raíces culturales, al tiempo que instalada en las exigencias de su tiempo.
Esta noticia del animal torturado, me ha impactado. Las edades de los verdugos mucho más.
En Cáceres hablamos de educación. Pero de educación dirigida a toda la sociedad, a todos los tramos del desarrollo humano, en ese ‘continuum’ a lo largo de toda la vida de una persona. Un desarrollo personal en el que el aprendizaje no conoce límites. Y la formación moral y ética, tampoco.
Al parecer se trata de un grupo de jóvenes ‘quintos’ los que han perpetrado la barbarie. Curioso, cuando el servicio militar obligatorio se abolió hace años. Pero en pequeñas poblaciones de España se sigue la tradición de celebrar lo de ‘los quintos’. Lamentablemente, acudiendo a gamberradas como forma de diversión. Si bien, esta tortura animal pasa el umbral de la gamberrada para convertirse no sólo en un acto de crueldad sino en un delito.
No voy a calificar los hechos, ni a realizar una reflexión acerca de ellos. La palabra es vuestra. Ya me habéis leído en este blog referirme a casos parecidos.
Si lo ocurrido es un delito, que la Justicia actúe en consecuencia.