La crisis económica está subvirtiendo las ideas.
En política decidimos todos (al menos, votamos), en economía solo unos cuantos.
Citar a los 37 empresarios más poderosos de España a una reunión por parte del Gobierno de España, ¿es como citarse con el enemigo?, ¿no son ellos parte de ‘los mercados’ que tanto está especulando a nuestras espaldas para hacer tambalear la economía del país? A lo mejor es que debe funcionar la máxima: “Si no puedes con tu enemigo, únete a él”.
Supongo que ninguno de estos 37 formará parte de esos que están extendiendo el bulo de que la economía española tiene que ser intervenida por la Unión Europea, como antes la griega y ahora la irlandesa. Si no, ¡menudo panorama!
No sé si esta reunión habrá sido idea del equipo de asesores económicos que rodea al presidente Zapatero, solo espero que esta vez hayan acertado. Y que no sea otra estrategia fallida más de las que han marcado la dirección de la política económica en los últimos dos años.
En la situación económica actual, resentida ya la situación social y afectada la política, hablar hay que hablar, acaso más que nunca, pero con muchos, no solo con 37 ciudadanos.
La situación económica actual es una locura que tiene a todos los gobiernos con la lengua fuera, al ritmo que le marcan los que nos sumieron en la crisis: los mercados. No existe tregua para nadie. Y menos para los ciudadanos que suelen llevarse la peor parte.
Estos 37 ciudadanos le piden al presidente del Gobierno que no le tiemble el pulso a la hora de adoptar medidas de ajuste y medidas estructurales en la economía. ¿Y qué le piden el resto de los ciudadanos españoles?, porque estos tendrán bastante qué decir. Al fin y al cabo sobre ellos recaerán tales ajustes.
Las fuerzas económicas se han impuesto a las fuerzas políticas. Y con descaro. ¿Acaso no ha sido siempre así?
Es posible que para acabar con la crisis no quede otra alternativa que hacer uso de las mismas reglas en que se basa la economía de mercado en la que estamos instalados. ¿O es que alguien piensa que hay otra forma de hacerlo sin subvertir el actual modelo económico?
Si alguien lo piensa que escuche las sabias palabras del economista José Luis Sampedro en unas entrevistas que circulan por internet (youtube) donde habla de que el modelo económico de crecimiento que hemos tenido en las últimas décadas está agotado. El planeta no puede soportarlo más.
La crisis económica está subvirtiendo las ideas. Las ideas de una izquierda que está atrapada por el pegajoso mercado. Una izquierda que desde hace mucho tiempo para sobrevivir tuvo que cambiar muchos de sus postulados. Y hasta de sus principios.
A ver qué dicen los 37 de aquí y los otros muchos ‘37’ que hay por el resto de países sumidos en la crisis, porque los gobiernos parecen decir poco (al menos los ánimos del G-20, que con el estallido de la crisis financiera habló de controlar los mercados, parecen haberse desinflado).
Y mientras todo esto ocurre, nuestro país adolece de contar con una clase política capaz de ejercer la alta política: esa que obliga a alcanzar acuerdos entre partidos para impulsar medidas de urgencia ante graves situaciones del país. En Alemania los partidos han sabido unir fuerzas en situaciones que el país lo demandaba. Aquí solo parece que importa llegar al poder a toda costa, sin tener en cuenta el sufrimiento de una población atacada por la fiereza de una crisis económica.
El Partido Popular nos quiere hacer creer que sería capaz de resolver la actual situación de crisis si accediera al poder, pero quiere confundirnos. Esta crisis no se superará hasta que no se ponga un poco de orden en la economía mundial de mercado. Y esto se ve difícil.
El tendero de mi barrio ya me lo decía: “El capital es el capital… y es el que manda”.
En política decidimos todos (al menos, votamos), en economía solo unos cuantos.
Citar a los 37 empresarios más poderosos de España a una reunión por parte del Gobierno de España, ¿es como citarse con el enemigo?, ¿no son ellos parte de ‘los mercados’ que tanto está especulando a nuestras espaldas para hacer tambalear la economía del país? A lo mejor es que debe funcionar la máxima: “Si no puedes con tu enemigo, únete a él”.
Supongo que ninguno de estos 37 formará parte de esos que están extendiendo el bulo de que la economía española tiene que ser intervenida por la Unión Europea, como antes la griega y ahora la irlandesa. Si no, ¡menudo panorama!
No sé si esta reunión habrá sido idea del equipo de asesores económicos que rodea al presidente Zapatero, solo espero que esta vez hayan acertado. Y que no sea otra estrategia fallida más de las que han marcado la dirección de la política económica en los últimos dos años.
En la situación económica actual, resentida ya la situación social y afectada la política, hablar hay que hablar, acaso más que nunca, pero con muchos, no solo con 37 ciudadanos.
La situación económica actual es una locura que tiene a todos los gobiernos con la lengua fuera, al ritmo que le marcan los que nos sumieron en la crisis: los mercados. No existe tregua para nadie. Y menos para los ciudadanos que suelen llevarse la peor parte.
Estos 37 ciudadanos le piden al presidente del Gobierno que no le tiemble el pulso a la hora de adoptar medidas de ajuste y medidas estructurales en la economía. ¿Y qué le piden el resto de los ciudadanos españoles?, porque estos tendrán bastante qué decir. Al fin y al cabo sobre ellos recaerán tales ajustes.
Las fuerzas económicas se han impuesto a las fuerzas políticas. Y con descaro. ¿Acaso no ha sido siempre así?
Es posible que para acabar con la crisis no quede otra alternativa que hacer uso de las mismas reglas en que se basa la economía de mercado en la que estamos instalados. ¿O es que alguien piensa que hay otra forma de hacerlo sin subvertir el actual modelo económico?
Si alguien lo piensa que escuche las sabias palabras del economista José Luis Sampedro en unas entrevistas que circulan por internet (youtube) donde habla de que el modelo económico de crecimiento que hemos tenido en las últimas décadas está agotado. El planeta no puede soportarlo más.
La crisis económica está subvirtiendo las ideas. Las ideas de una izquierda que está atrapada por el pegajoso mercado. Una izquierda que desde hace mucho tiempo para sobrevivir tuvo que cambiar muchos de sus postulados. Y hasta de sus principios.
A ver qué dicen los 37 de aquí y los otros muchos ‘37’ que hay por el resto de países sumidos en la crisis, porque los gobiernos parecen decir poco (al menos los ánimos del G-20, que con el estallido de la crisis financiera habló de controlar los mercados, parecen haberse desinflado).
Y mientras todo esto ocurre, nuestro país adolece de contar con una clase política capaz de ejercer la alta política: esa que obliga a alcanzar acuerdos entre partidos para impulsar medidas de urgencia ante graves situaciones del país. En Alemania los partidos han sabido unir fuerzas en situaciones que el país lo demandaba. Aquí solo parece que importa llegar al poder a toda costa, sin tener en cuenta el sufrimiento de una población atacada por la fiereza de una crisis económica.
El Partido Popular nos quiere hacer creer que sería capaz de resolver la actual situación de crisis si accediera al poder, pero quiere confundirnos. Esta crisis no se superará hasta que no se ponga un poco de orden en la economía mundial de mercado. Y esto se ve difícil.
El tendero de mi barrio ya me lo decía: “El capital es el capital… y es el que manda”.
1 comentario:
Efectivamente, entre los 37 invitados a la fiesta de la confusión, estaban unos pocos que todos conocemos y sabemos que tienen su cuota-parte de responsabilidad en eso de la crisis: ¿O es que a alguien se le escapa que D. Emilio Botín y sus compinches han ideado esta debacle para manejar el mundo según sus intereses de mercado?, pues allí están él y unos cuantos más como él, y la pregunta es inevitable: ¿se puede ser asesino y médico de las victimas a la vez?,¿Qué disparate es éste?.
También forman parte del grupo los dueños de las grandes empresas que han aprovechado la coyuntura para despedir a los trabajadores con necesidad o sin ella, que no han dejado de ganar dinero a pesar de la crisis, pero si se han dado prisa para aligerar la carga sin piedad. Valgan de ejemplo el señor del Pino dueño de Ferrovial o los presidentes del Corte Inglés e Inditex.
¿Y de esa gente qué consejos va a recibir el presidente? , esperemos que solo sea un teatro y no les haga mucho caso, porque si por ellos fuera anulaban la abolición de la esclavitud para tener mano de obra barata.
Hay un asunto que me asombra sobremanera y es eso de que lo primero que hay que hacer, y con bastante prisa, es la reforma de las pensiones. ¿Qué tienen que ver los empresarios con las pensiones? Es a ellos a los que les interesa que la gente se jubile cuanto antes para quitársela de encima, luego: ¿para qué se meten en eso?.
En fin creo yo que si muchos le hiciéramos caso a Eric Cantoná y sacáramos nuestro dinero de los bancos y de paso hiciéramos una huelga de compras caídas a lo mejor se lo pensaban dos veces.
Lo que si parece cierto es que de alguna manera habría que rebelarse y no seguir actuando como borregos camino del matadero.
Publicar un comentario