Hoy se celebra el 187 aniversario de la ejecución de Mariana Pineda en
cadalso, en lo que es la actual plaza de la Libertad de Granada. Con tal motivo
voy a recordar la tenaz labor de Matilde Cantos por llevar el nombre de esta
heroína granadina, a la admiraba desde niña, por medio mundo. Treinta años
estuvo Matilde Cantos exiliada en México desde que terminara la guerra civil,
como ocurrió con cientos de miles de españoles que se repartieron en distintos
puntos del planeta. En esas tres décadas, Matilde Cantos siempre que pudo
enarboló el nombre de Mariana Pineda en todas las causas donde la mujer tuviera
protagonismo.
En 1945 se creaba en México la Unión de Mujeres Españolas “Mariana
Pineda” (UME) entre mujeres exiliadas, como
fusión del Grupo Femenino Español Mariana Pineda y la Agrupación de
Mujeres Antifascistas (AMA) que había nacido en el Madrid de 1933. La formación
de estos grupos femeninos se basaba en la tradición política de la lucha que
mantenían las mujeres antifascistas españolas desde la República. En la UME se
integraron mujeres tan destacadas como Margarita Nelken, Emilia Elías, Amelia
Martín, Encarnación Fuyola, Veneranda García Manzano, Elvira Gastón, Isabel de
Palencia, María Pérez Enciso, Trinidad Arroyo, Aurelio Pijoán, Dolores
Bargalló, Magdalena Carrasco, Carmen Puche o la propia Matilde Cantos.
Como órgano de expresión de la UME, se creó la revista Unión de
Mujeres Españolas en América, que dirigían Luisa Carner y Manuela
Ballester. Esta publicación recogía el sentir de la lucha contra el régimen
franquista de España, y Matilde colaboraba con una sección dedicada a “Heroínas
de la Literatura Universal”, donde habló de La Madre de Máximo Gorki o
de la Yerma de García Lorca.
El compromiso de este grupo de mujeres las llevó a trabajar asimismo en
la recaudación de fondos para atender a los presos políticos que había en
España. Dentro del Centro Andaluz de México, Matilde Cantos y otros mujeres
refugiadas se congregaban en lo que denominaba Club Mariana Pineda, de modo que
a sus integrantes las llamaban las ‘marianas’. Entre las actividades que
promovían, estaba la organización de festivales de música, teatro o poesía, con
el objetivo siempre de recaudar dinero para la ayuda de los presos políticos.
Por esos festivales de las ‘marianas’ desfilaron Léon Felipe, Margarita Xirgu o
Miguel de Molina. Con el dinero recaudado se compraba ropa, alimentos o penicilina,
tan escasa y costosa en España.
El nombre de Mariana Pineda sonó bastante en México durante esos años de exilio
gracias a Matilde Cantos, y bajo su nombre se llevaron a cabo bastantes
acciones solidarias que, sin duda, elevaron a esta granadina a la categoría mundial.
Todo gracias a esta otra granadina que tuvo siempre a gala denominarse como
‘mariana’.
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