La presentación de Matilde Cantos, el compromiso social, su biografía, más que la presentación de un libro se diría que fue un acto de homenaje a Matilde Cantos Fernández (1898-1987).
Un acto cargado de emociones y reconocimiento hacia esta granadina, una condición de origen de la que estaba muy orgullosa y de la que ejerció allí donde estuvo en su dilatada e intensa vida.
Su trayectoria vital la hizo ser protagonista en algunos de los grandes acontecimientos de la historia de España del siglo XX: vida política activa durante la II República y la guerra civil; padeció la crueldad de tener que salir al exilio; vivió exiliada en México durante treinta años; y a su vuelta a España (a su Granada natal) colaboró en la conquista de la democracia y de la autonomía para Andalucía.
Para quienes no la conozcáis os diré que la figura de Matilde representa (según vamos a ir relatando) la lucha de la mujer por su emancipación. Probablemente la gran revolución del siglo XX, como lo había sido la industrial en el siglo XIX, haya sido la revolución de la mujer, la de su emancipación como miembro de la sociedad. Una gran transformación social, con repercusiones en todos los ámbitos, sobre todo en las sociedades occidentales, pues no olvidamos que hoy día queda mucho por hacer en otros puntos del planeta.
La vida personal de Matilde fue un ejemplo de esa emancipación tanto en lo personal como en su aportación a la emancipación de otras mujeres de la sociedad donde vivía. Matilde rompió con muchas convicciones sociales en las primeras décadas del siglo XX que a ella le limitaban sus posibilidades de desarrollo personal. Unas convicciones que establecían para la mujer un papel social muy definido y acotado: esposa sumisa y ama de casa.
La vida de Matilde Cantos es una vida que representa el compromiso, un compromiso entendido en una doble dirección: político y social.
Compromiso político con unas ideas: las del socialismo, las que entroncaban con la mejor pedagogía ‘pablista’ (de Pablo Iglesias). Asimismo, compromiso con la lucha por la libertad.
Y compromiso social, porque trabajó para los demás, para los más desfavorecidos de la sociedad (cuando ella, hija única de una familia de la burguesía granadina, lo tenía todo). En su faceta de trabajadora social desplegó su actividad en la España republicana, durante la guerra civil y, en su etapa de exilio, en México (seguro que muchos ciudadanos de este país la recordarán).
También fue mujer que desarrolló su capacidad intelectual a través de sus escritos. Son muchos los artículos que publicó en las revistas mexicanas Población y Confidencias. Ambas contienen muchos escritos sobre temas sociales y temas de mujer. Hasta el punto que cabría considerar a Matilde como una de las pioneras en los estudios de mujer en nuestro país.
Exiliados como Matilde Cantos coadyuvaron a alcanzar la democracia que ahora disfrutamos. Nos facilitaron la transición a esta democracia porque fueron desprendidos, se sacrificaron en lo personal, y porque con su generosidad y la ausencia de rencor hacia sus verdugos, hacia esos que les empujaron una mañana fría de febrero del 39 fuera de su país para que ya no pudieran volver hasta que la dictadura agonizó pasados treinta, treinta y cinco y hasta cuarenta años, hicieron posible que no volviéramos a la confrontación y a la brutalidad de aquellos años de la guerra civil. Exiliados como Matilde se sacrificaron para que ahora nosotros tengamos un sistema de libertades y derechos que está sustentado sobre las privaciones de muchos. No lo olvidemos y no los olvidemos a ellos.
El acto estuvo amparado por la Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía en Granada. Sin embargo, la presencia de la delegada tuvo más de presencia de una amiga y alumna de Matilde, a la que le unía y le une el mismo compromiso social, que la de ostentación del cargo de delegada de Gobierno.
Y eso fue bueno para transmitir a los asistentes emociones y sentimientos que de otro modo hubiera sido difícil conseguir desde el formalismo institucional.
En el acto de homenaje a Matilde Cantos estuvieron muchos socialistas y personas de bien que quisieron rendir este modesto homenaje a quien tuvo una vida de compromiso social y político. Porque solo apelando a su condición de ser humano, como ella decía, tenía razones suficientes para ayudar y preocuparse de los demás, de los más necesitados, sin esperar nada a cambio.
Algunas noticias relacionadas con este acto:
http://www.ideal.es/granada/v/20100616/cultura/comprometida-matilde-cantos-20100616.html
Un acto cargado de emociones y reconocimiento hacia esta granadina, una condición de origen de la que estaba muy orgullosa y de la que ejerció allí donde estuvo en su dilatada e intensa vida.
Su trayectoria vital la hizo ser protagonista en algunos de los grandes acontecimientos de la historia de España del siglo XX: vida política activa durante la II República y la guerra civil; padeció la crueldad de tener que salir al exilio; vivió exiliada en México durante treinta años; y a su vuelta a España (a su Granada natal) colaboró en la conquista de la democracia y de la autonomía para Andalucía.
Para quienes no la conozcáis os diré que la figura de Matilde representa (según vamos a ir relatando) la lucha de la mujer por su emancipación. Probablemente la gran revolución del siglo XX, como lo había sido la industrial en el siglo XIX, haya sido la revolución de la mujer, la de su emancipación como miembro de la sociedad. Una gran transformación social, con repercusiones en todos los ámbitos, sobre todo en las sociedades occidentales, pues no olvidamos que hoy día queda mucho por hacer en otros puntos del planeta.
La vida personal de Matilde fue un ejemplo de esa emancipación tanto en lo personal como en su aportación a la emancipación de otras mujeres de la sociedad donde vivía. Matilde rompió con muchas convicciones sociales en las primeras décadas del siglo XX que a ella le limitaban sus posibilidades de desarrollo personal. Unas convicciones que establecían para la mujer un papel social muy definido y acotado: esposa sumisa y ama de casa.
La vida de Matilde Cantos es una vida que representa el compromiso, un compromiso entendido en una doble dirección: político y social.
Compromiso político con unas ideas: las del socialismo, las que entroncaban con la mejor pedagogía ‘pablista’ (de Pablo Iglesias). Asimismo, compromiso con la lucha por la libertad.
Y compromiso social, porque trabajó para los demás, para los más desfavorecidos de la sociedad (cuando ella, hija única de una familia de la burguesía granadina, lo tenía todo). En su faceta de trabajadora social desplegó su actividad en la España republicana, durante la guerra civil y, en su etapa de exilio, en México (seguro que muchos ciudadanos de este país la recordarán).
También fue mujer que desarrolló su capacidad intelectual a través de sus escritos. Son muchos los artículos que publicó en las revistas mexicanas Población y Confidencias. Ambas contienen muchos escritos sobre temas sociales y temas de mujer. Hasta el punto que cabría considerar a Matilde como una de las pioneras en los estudios de mujer en nuestro país.
Exiliados como Matilde Cantos coadyuvaron a alcanzar la democracia que ahora disfrutamos. Nos facilitaron la transición a esta democracia porque fueron desprendidos, se sacrificaron en lo personal, y porque con su generosidad y la ausencia de rencor hacia sus verdugos, hacia esos que les empujaron una mañana fría de febrero del 39 fuera de su país para que ya no pudieran volver hasta que la dictadura agonizó pasados treinta, treinta y cinco y hasta cuarenta años, hicieron posible que no volviéramos a la confrontación y a la brutalidad de aquellos años de la guerra civil. Exiliados como Matilde se sacrificaron para que ahora nosotros tengamos un sistema de libertades y derechos que está sustentado sobre las privaciones de muchos. No lo olvidemos y no los olvidemos a ellos.
El acto estuvo amparado por la Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía en Granada. Sin embargo, la presencia de la delegada tuvo más de presencia de una amiga y alumna de Matilde, a la que le unía y le une el mismo compromiso social, que la de ostentación del cargo de delegada de Gobierno.
Y eso fue bueno para transmitir a los asistentes emociones y sentimientos que de otro modo hubiera sido difícil conseguir desde el formalismo institucional.
En el acto de homenaje a Matilde Cantos estuvieron muchos socialistas y personas de bien que quisieron rendir este modesto homenaje a quien tuvo una vida de compromiso social y político. Porque solo apelando a su condición de ser humano, como ella decía, tenía razones suficientes para ayudar y preocuparse de los demás, de los más necesitados, sin esperar nada a cambio.
Algunas noticias relacionadas con este acto:
http://www.ideal.es/granada/v/20100616/cultura/comprometida-matilde-cantos-20100616.html
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